Estamos en el momento decisivo para comenzar la obra. Se trate de una obra profesional o de un arreglo doméstico, es vital conocer bien el material que se va a utilizar en ella. Hay muchos tipos distintos de mortero, que servirá para que los ladrillos queden bien colocados y permita levantar con seguridad una pared sólida y bien construida. ¿Cómo elegir el mejor mortero para tu obra?
Antes has de ir al principio y tener claro qué es el mortero. Llamamos así a la mezcla de agua, arena y un conglomerante, que se utiliza como material de agarre y unión. Es el material que va entre los ladrillos que se utilizan para levantar paredes y que garantizan que no se van a caer con el paso del tiempo.
Aunque parece obvio, hay que saberlo para tener claro qué tipo de mortero se va a necesitar dependiendo de las necesidades de cada obra. Encontramos varios tipos de morteros, dependiendo de su composición.
El cemento Porland se comercializa en forma de un polvo muy fino, que se mezcla con arena o grava para darle consistencia. Fragua pronto y es el más utilizado en construcción, dada su polivalencia. Se puede utilizar de varias maneras, variando la composición de la mezcla y es muy resistente una vez fraguado.
El cemento blanco es similar, pero en lugar del color gris queda blanco. Se puede variar el color con diversos pigmentos y queda muy bien como elemento decorativo. Por último, el cemento rápido tiene una composición que le permite una dureza y un tiempo de fraguado más rápido y es ideal para obras en las que el material tenga que entrar en contacto con el agua en poco tiempo.
Hay otros tipos, que dependen de otros factores y modos de elaborar. También es importante el modo de utilizarlo, ya que de una correcta utilización depende su efectividad. Con la herramienta Tendel Pro, el mortero queda bien extendido, con la cantidad justa para ser efectivo y sin dejar un solo punto sin cubrir.
Una manera efectiva, rápida y económica de levantar una pared sin perder tiempo ni dinero. ¿Lo conoces ya?